- 66% de los venezolanos considera que policías y militares venden armas al delito organizado.
- Hasta el momento en el país se han ejecutado más de 23 planes para combatir la inseguridad y solo se puede observar como la violencia sigue en aumento, al punto de pasar a ser el segundo país más violento del mundo.
De las 10 ciudades más violentas en 2015, 9 son latinoamericanas y 3 son venezolanas, según el más reciente informe de la organización civil mexicana Seguridad, Justicia y Paz. Caracas se convirtió en la capital con más homicidios del planeta con 119,87 muertes violentas por cada 100.000 habitantes Luis Cedeño Director de la Asociación Civil Paz Activa afirma: “No podemos esperar que dedicando 1% del presupuesto nacional a la seguridad, resolvamos el problema que hoy en día el 80% de los venezolanos menciona como su principal inconveniente”.
Un gobierno carente de autoridad, medidas de seguridad equivocadas y falta de voluntad política ha sido el detonante para que la criminalidad se apodere del país. Y así lo percibe el venezolano en la II encuesta sobre Delito Organizado en Venezuela, realizada por el Observatorio de Delito Organizado.
Aunque las pandillas y bandas, junto a pranes y colectivos armados son los grupos que el venezolano considera causantes del delito organizado, los encuestados también opinan que el estado es quien ha facilitado el incremento de estos grupos irregulares en el país, bien sea mediante las llamadas “zonas de paz” o a través de la entrega de arsenal bélico.
Infografía: Wendy Natera
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¿Planes de seguridad o políticas de estado?
Para que se garantice la sana convivencia en las Zonas de Paz, ningún organismo de seguridad puede ingresar a realizar rondas de patrullaje, solo pueden visitar la zona cuando hay algún fallecido por arma de fuego. El sociólogo Luis Cedeño afirma que el abandono de estas zonas permitió la consolidación de las famosas megabandas.
Una de las más recientes acciones por parte del gobierno, en busca de disminuir la criminalidad que ha dejado más de 250.000 muertes por homicidios en el país, ha sido la Operación Liberación del Pueblo (OLP), con el propósito de liberar al país de las acciones delictivas, narcotráfico y el paramilitarismo. Sin embargo, las acciones de este plan han venido dejando graves denuncias en cuanto a violaciones de DDHH, según las denuncias de Provea y Human Rights Watch.
Luis Izquiel, coordinador de la comisión técnica de política interior de la Asamblea Nacional, comenta: “Es un plan que se hizo de forma improvisada que consiste en tomar de forma violenta con los cuerpos de seguridad, un sector presuntamente dominado por los delincuentes, cometer todo tipo de atropellos y luego retirarse de ese sector”
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Organismos de seguridad como facilitadores del delito
66% de los entrevistados consideró que son los policías y militares quienes le venden armas al Delito Organizado, al igual que consideran que los militares han sido corrompidos por el narcotráfico. Cedeño afirma que ya no existen comerciantes privados de armas, por lo tanto, es la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM), la principal responsable de la distribución de armas y municiones.
Al preguntar al venezolano si el involucramiento del Estado y el Gobierno con actividades del Delito Organizado han generado desconfianza y temor en sus instituciones, más de la mitad manifestó temor a la denuncia y a cooperar con los cuerpos policiales y el sistema judicial.
Se observa entonces como a un país fuertemente atacado por la violencia, la inseguridad y la impunidad, se le suma la facilidad por parte del estado para que estos hechos sigan ocurriendo con total ilegalidad. Los venezolanos creen que el Delito Organizado se podrá combatir depurando a las policías, desarmando a los colectivos y dejando de negociar con bandas armadas.
Chequee el 2do Informe del Observatorio de Delito Organizado en Venezuela
