- Mildred Camero: “En Venezuela, el tráfico de drogas a nivel internacional, está en manos de ciertos grupos que ejercen funciones de seguridad nacional. En otras palabras, son miembros de nuestras fuerzas armadas, de los cuatro componentes y cuerpos policiales civiles”.
- Según datos del Ministerio Público, en los últimos 5 años, al menos un centenar de militares y policías venezolanos han sido procesados por tráfico de drogas. (Reuters)
(Caracas, octubre 2016) – Desde el año 2015, el Observatorio de Delito Organizado adelanta un Registro Hemerográfico de funcionarios de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) y de altos funcionarios del gobierno nacional que se encuentran involucrados en tráfico de drogas. Tras la detallada revisión mensual de más de veinte diarios de circulación nacional, regional e internacional y de emisiones televisivas de noticieros, entre el agosto 2015 y agosto de 2016, se reseñaron a casi 40 militares de alto y bajo rango, así como altos funcionarios del actual gobierno venezolano relacionados con este tipo de delito organizado.
Luis Cedeño, Director de la Asociación Civil Paz Activa y el Observatorio de Delito Organizado, considera que “las Fuerzas Armadas Nacionales son una de las instituciones más vulnerables a ser penetradas por el crimen organizado. Si bien Venezuela no es un país productor ni consumidor de drogas, es un país principalmente de tránsito de la droga que se distribuye a nivel internacional en los mercados estadounidenses a través de Centroamérica y a través de África a los mercados europeos”, como lo señala el Mapa de Rutas del tráfico de drogas – Ejes de Avances (Mildred Camero/Observatorio de Delito Organizado).
Ya para el año 2014, según reseña la agencia internacional de noticias Reuters, Venezuela se había convertido “en una importante plataforma desde donde los narcotraficantes envían, cada año, unas 300 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos y Europa”. El mismo medio precisa en una CRONOLOGÍA: Los casos más emblemáticos de decomisos de drogas vinculados a Venezuela que en los últimos 5 años, según datos del Ministerio Público, al menos un centenar de militares y policías venezolanos han sido procesados por tráfico de drogas.
En esta misma línea, la ex magistrada y ex presidenta de la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de las Drogas (CONACUID) 1999-2005, Mildred Camero afirma: “En Venezuela, el tráfico de drogas a nivel internacional, está en manos de ciertos grupos que ejercen funciones de seguridad nacional. En otras palabras, son miembros de nuestras fuerzas armadas, de los cuatro componentes y cuerpos policiales civiles”, indicó Camero, durante su exposición en el Foro “El tráfico de drogas ilícitas en Venezuela: ¿Institucionalidad comprometida?”, organizada por la Asociación Civil Paz Activa y el Observatorio de Delito Organizado el pasado mes de mayo del año en curso.
De igual manera, organizaciones especializadas en tema de delito organizado como Insigth Crime, reseña que“Venezuela es un país clave en el tránsito de cargamentos de drogas que salen de Colombia a Estados Unidos y Europa. Los grupos extranjeros, en particular los colombianos, tradicionalmente han controlado el tráfico de drogas en Venezuela, siendo atraídos por el débil estado de derecho y por la corrupción. Sin embargo, hay evidencia que indica que, a partir de la mitad de la primera década del siglo, elementos corruptos en las fuerzas de seguridad intensificaron su papel en el negocio, formando una red informal denominada el «Cartel de los Soles».
Por su parte, en el Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos (INCSR siglas en inglés) del 2016, se señala que “Venezuela sigue siendo un importante país de tránsito de drogas en 2015. Venezuela es una de las rutas de tráfico preferidos para las drogas ilegales, la cocaína, principalmente de América del Sur a la región del Caribe, América Central, Estados Unidos, África Occidental y Europa, debido a su porosa frontera occidental con Colombia, debilidad del sistema judicial, la cooperación antinarcóticos internacional esporádica, y el medio ambiente permisivo y corrupto”. En 2015, los traficantes se movieron mayores cantidades de marihuana cultivadas en Colombia a través de Venezuela, principalmente a las islas del Caribe. No hay datos suficientes para determinar las tendencias del consumo de drogas actuales dentro de Venezuela, pero la marihuana se cree que es la droga ilegal más consumida, seguida de «crack» de cocaína y «basuco» (pasta de cocaína)”.
Vulnerabilidad de las FANB
Según informa el Diario ABC de España, en su edición del 27 de enero de 2015: “Las últimas cifras internacionales indican que por Venezuela pasan cinco toneladas semanales de estupefacientes. El 90 por ciento de la droga producida por Colombia pasa por territorio venezolano”. Esta cita deja claro la gravedad de la situación del tráfico de drogas en Venezuela y a su vez, confirma la vulnerabilidad de las Fuerzas Armadas Nacionales y cuerpos de seguridad.
En este sentido, Luis Cedeño señala que “esta situación tiene unos efectos corrumpentes dentro de las fuerzas armadas muy importantes, porque son ellos los que están encargados de salvaguardar las fronteras y las aduanas del país, y es por allí precisamente por donde esta droga está transitando”. (Ver vídeo EDITORIAL).
Con la intención de contextualizar esta complicidad manifiesta de las fuerzas militares y algunos cuerpos de seguridad venezolanos, reseñamos el testimonio de Mildred Camero en la entrevista que le hiciera el periodista Héctor Landaeta, plasmada en el libro “Chavismo, narcotráfico y militarismo”, la ex magistrada explica que “con la Reforma de la Ley de Drogas del 2005[1] (…) se les da competencia a los demás componentes de nuestra FAN, es decir que además de la GN, también podía conocer e instruir drogas, el Ejército, la Marina y la Aviación. A partir de ese momento, se comienza a agravar la situación de las drogas en el país, ya que estos otros componentes de nuestra FAN, no tenían experiencia en materia de investigación e instrucción penal y mucho menos de drogas. De inmediato, se dan cuenta como el negocio de las drogas genera tanto dinero y de una manera u otra comienzan a compenetrarse con grupos de narcotraficantes, muchos se sienten identificados con la ideología política del régimen, y viene el acercamiento a los grupos subversivos como las FARC, los Paracos, y demás grupos de bandoleros que operan en la frontera colombo-venezolana , y allí se dan cuenta cómo y el por qué han proliferado tantos Generales de la GN millonarios y dueños de grandes haciendas y cabezas de ganado”.[2]
Precisa Camero que “el hecho de que se les haya dado competencia a los otros componentes de nuestras FAN para investigar y conocer en materia de drogas, ha permitido que Generales de otros componentes y almirantes se hayan involucrado activamente en el tráfico de drogas. (…) lo grave es que como no tiene formación policial y no conocen el tema, lo que han hecho es involucrarse en el negocio ya sea traficando con drogas o legitimando capitales”.[3]
Además, es importante recordar que Chávez expulsó a la DEA del país en el año 2005, a raíz de que este organismo policial realizara investigaciones en donde aparecían involucrados en el tráfico de drogas algunos personajes de su Gobierno y militares del entorno del fallecido presidente. No sólo no dejó de colaborar con la DEA, sino que tampoco lo hace con la comunidad internacional.
A manera de conclusión, volvemos a reseñar a la ex magistrada Camero quien considera que “bajo cualquier contexto y por ser la lucha contra el fenómeno de las drogas una política de Estado, es menester que el Estado Venezolano asuma el problema desde una perspectiva global que compete a todos los Estados; (…) vale decir «son tan responsable los países que producen y consumen drogas, como aquellos que permiten que sea utilizado su territorio para trasladarlas»”
[1] “Con la ley de Drogas del año 1984, solamente tenían competencia para instruir en materia de drogas la Guardia Nacional (GN) por un lapso de 72 horas. Cumplido ese lapso debían remitir las actuaciones a la antigua PTJ. Posteriormente, la Ley del drogas de 1983, la da competencia a la GN para realizar instrucción en materia de drogas, por un lapso de ocho (8) días, y cumplido ese lapso debían remitir el expediente y el detenido, si fuera el caso a las órdenes de los tribunales competentes (…). Héctor Landaeta, plasmada en el libro “Chavismo, narcotráfico y militarismo”. p. 42 y 43. [2] Héctor Landaeta, plasmada en el libro “Chavismo, narcotráfico y militarismo”, p. 42 y 43. [3] Héctor Landaeta, plasmada en el libro “Chavismo, narcotráfico y militarismo”, p. 45 y 46.